Mónica

para Mónica De Hart, eternamente viva en nuestros corazones.

si de mujeres fuertes se trata, tú tendrías que encabezar la lista,

si de inteligencia habláramos, no podría argumentar sin mencionarte,

si de saber vivir la vida hicieran un libro, tú serías su autora;

aunque te hayan quitado el tintero demasiado pronto,

aunque tu sonrisa ya no alumbra esta callejuela en la que te estamos esperando,

aunque el amor que te tenemos fuese suficiente para abastecer a una ciudad en invierno.

pensamos mucho en ti y en lo que hemos aprendido desde que te conocemos,

en las risas que compartimos y las burlas que impartimos,

pienso yo, y creo que este pensamiento es compartido, que tu historia de amor es fabulosa;

nunca te lo dije porque me daba pena.

supongo que me faltó conocerte más,

y tal vez no sea yo la persona adecuada para escribirte unos versos,

pero como no me pude despedir,

como te fuiste en medio de un ruido ensordecedor comunitario y, espero de verdad, sin mucho sufrimiento,

te dedico este poema

porque no tengo más nada para darte, 

porque los abrazos que te dimos ya fueron dados,

porque tu sonrisa en nuestras memorias nunca será un recuerdo desamparado.